Maletas blandas

¿Por qué elegir una maletas blanda?

El primer dato positivo de estas maletas blandas es la presencia de múltiples compartimentos. Generalmente, este tipo de equipaje blando cuenta con una serie de bolsillos adicionales que permiten guardar y acceder con facilidad a determinados objetos y a la documentación necesaria para los viajes, como billetes de avión y otros documentos. Basta pensar en el bolsillo externo, imprescindible para guardar aquellos documentos que necesitemos utilizar con cierta frecuencia.

Una maleta blanda suele pesar bastante menos que una maleta rígida, lo que nos da más margen para llevar algo más de equipaje, sobre todo en el caso de las maletas de cabina, cuyo peso suele estar muy restringido. Estas maletas blandas pesan menos que las rígidas y tienen la misma capacidad. Su estructura, de hecho, los hace más ligeros.

Otra pequeña ventaja tiene que ver con la capacidad de llenado: la maleabilidad del equipaje blando permite añadir muchas más cosas que el equipaje rígido. El último aspecto positivo se refiere al tamaño . Estos, al ser más maleables, ocuparán menos espacio ya que se pueden comprimir y por tanto son más fáciles de insertar donde sea necesario.

Las desventajas de las maletas blandas están más en su menor resistencia al desgaste ya que resistirían menos posibles impactos; de apertura por parte de gente mal intencionada; de una correcta disposición de nuestra ropa en el interior para conseguir que no se arrugue; de no proteger nuestros objetos personales ante una lluvia repentina y, por último, las cremalleras de estas maletas blandas, que con el tiempo podrían estropearse mucho más fácilmente y quedar inservibles.

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